El desarrollo de la Provincia de Málaga también tuvo lugar en una determinada era de la evolución peninsular. Al igual que el resto de la Península, estuvo influida por determinados factores que provocaron grandes cambios en el relieve.
Uno de los accidentes geográficos más destacados de la Provincia, es la conocida como Bahía de Málaga. Se originó en la era terciaria, y puede ser considerada como una pequeña parte de la evolución geológica y territorial de la Península Ibérica.
La Bahía de Málaga, también llamada ensenada, está situada en el mar de Alborán entre Torremolinos y La Cala del Moral, zonas internas de las Cordilleras Béticas.
La Bahía se dispuso en forma de estratos. Fue originada a causa de numerosos materiales detríticos, sedimentos depositados en el período Triásico. Del mismo modo, una serie de dolomita y caliza, también originada en el mismo período, destacando la etapa Eoceno. Posteriormente, las fuerzas tectónicas que afectaron a la Península completa en aquella era, actuaron sobre el conjunto, desorganizando los estratos originados y ayudando así a crear un conjunto alóctono de materiales béticos dispuestos caóticamente. Además de un fuerte buzamiento hacia el sur, es decir, altas inclinaciones que facilitan la erosión fluvial. Por último, la Bahía continuó siendo modelada por diversos factores geológicos externos, además de grandes fenómenos eustáticos propios de la era cuaternaria que dieron lugar a un accidente que forma parte de la Península y que la identifica como zona sur de España.